Miomas Uterinos: Qué son, cómo se detectan y cómo tratarlos

Los miomas uterinos son tumores benignos que se desarrollan en el útero. Aunque su presencia puede generar alarma, es importante saber que no son cancerosos y, en muchos casos, no causan síntomas.

¿Por qué aparecen?

Aproximadamente una de cada cinco mujeres en edad fértil puede desarrollar miomas, y su frecuencia aumenta con la edad, afectando hasta la mitad de las mujeres hacia los 50 años. No se conoce con certeza la causa exacta de su aparición, pero se asocian a factores hormonales y genéticos.

Tipos de miomas

Dependiendo de su ubicación en el útero, los miomas pueden clasificarse como:

  • Miometriales: en la pared muscular del útero.

  • Submucosos: bajo el revestimiento interno del útero.

  • Subserosos: bajo la capa externa del útero.

  • Pedunculados: conectados al útero por un tallo.

Síntomas más comunes

Aunque muchas mujeres no presentan molestias, otras pueden experimentar:

  • Sangrado menstrual abundante o prolongado.

  • Sangrado entre periodos.

  • Cólicos menstruales intensos.

  • Dolor durante las relaciones sexuales.

  • Necesidad frecuente de orinar.

  • Sensación de presión en el abdomen.

Diagnóstico

El diagnóstico suele comenzar con un examen pélvico. Sin embargo, para confirmar la presencia de miomas y conocer su ubicación y tamaño, pueden ser necesarios estudios como:

  • Ultrasonido.

  • Resonancia magnética.

  • Histeroscopía.

  • Ecografía con infusión salina.

  • Biopsia endometrial (si hay sangrado inusual).

Tratamiento

El tratamiento depende de factores como la edad, síntomas, deseos reproductivos y el tamaño/localización de los miomas. Algunas opciones incluyen:

  • Tratamientos médicos: anticonceptivos, hormonoterapia, analgésicos, suplementos de hierro o dispositivos intrauterinos (DIU).

  • Procedimientos quirúrgicos:

    • Miomectomía: remoción de miomas conservando el útero.

    • Histeroscopía o ablación endometrial: para miomas pequeños.

    • Embolización arterial: corta el suministro de sangre al mioma.

    • Histerectomía: remoción total del útero (en casos más complejos).

Posibles complicaciones

Entre las complicaciones más frecuentes están la anemia, infecciones urinarias, infertilidad y, durante el embarazo, partos prematuros o necesidad de cesárea.

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